Ayer fue un domingo negro, ni viernes 13 ni martes 13, DOMINGO 13.
Tuve la mala fortuna de enterarme de 2 accidentes bastante trágicos. A las 15:30 de la tarde entró en la Farmacia una pareja, abatidos, él más entero, ella destrozada y con los ojos hinchados, pidiéndome un ansiolítico o algo que le permitiera poder hacer un viaje de vuelta sin sobresaltos. El chico acababa de enterarse que sus padres acababan de morir en un accidente de tráfico, así, sin despedidas, sin más momentos que compartir. Hoy leo la noticia. Me quedo sin palabras ante el accidente de tal magnitud. Espero que el hijo y su novia llegaran bien, son muchos km de distancia, para encontrarte a la llegada lo que ya sabes de antemano que te va a acabar de destrozar de dolor.
Hoy también ha faltado una compañera al trabajo. Ha tenido que organizar un funeral a toda prisa, flores, ataúd, misa y enterrador. Tampoco hubo despedida. También fue trágico.
No son familiares míos, pero realmente el ser humano es como un papel cebolla cerca de una mancha de aceite; si se te acerca un dolor así, se acaba sufriendo también.
lunes, 14 de julio de 2008
DOMINGO NEGRO
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
.jpg)
8 comentarios:
Qué fuerte...
Es lo peor que puede ocurrirle a una persona, perder a alguien muy querido sin tener tiempo de asimilarlo.
Un abrazo.
Lo siento Nínive, qué días...Hay temporadas en las que parece que la muerte baila alrededor nuestro con cierta sorna, nos salpica de lejos, pero nos salpica.Lo único que puedo recetarte para eso es que respires hondo, que descanses, que te escapes cuando termines el trabajo con n. a la playa y os bañéis cuando no haya nadie.Ese tipo de premios son como tiritas frente a las grandes heridas. No van a evitar que te duela, pero seguirás andando, aunque cojees un poco.Mil besos guapa!
eva
Jo, nena, vaya días llevamos.
No te desanimes más, vale?
Un abrazo!
Todo el mundo debería morirse a los cien años.
Jo ... Yo ante estas cosas nunca sé qué decir, no hay nada que haga que sea menos duro o más llevadero.
Madre mia. Espero no verme jamás en una situación similar...
Qué horror...
Y más fuerte aun. Lo que son las casualidades... Esta mujer fue compañera de mi madre en el instituto muchos años. Concha Unamuno. Mi madre no se había enterado. Se ha quedado a cuadros.
Publicar un comentario